¡Saludos a todos!
Nací en la zona huasa de Chile, un lugar donde la tradición ecuestre está profundamente arraigada y forma parte de mi identidad. Desde pequeño, tuve la oportunidad de observar el arte de los herreros, y aquellas primeras chispas de fascinación por la forja despertaron en mí un interés que me llevó a adentrarme en el mundo de las construcciones metálicas. Fue allí donde descubrí mi verdadera pasión: la escultura. Después de años de aprendizaje y experiencias enriquecedoras en países como Irlanda, Sudáfrica y Andalucía, decidí dedicarme por completo a mi arte.
La creación de mi primer caballo a tamaño natural fue un reto lleno de emoción. Transformar herraduras gastadas por el paso de otros caballos en un nuevo corcel fue un proceso casi mágico. Con cada escultura, mi conexión con estos majestuosos animales se fortalecía más.
Hoy, mis caballos de metal se encuentran en diversos espacios, desde museos hasta oficinas corporativas. Cada pieza es única, impregnada de historia y artesanía. Aunque el mundo ecuestre ha evolucionado, mi pasión por la forja y los caballos permanece inquebrantable. Con cada nueva creación, siento la energía de estos animales y la satisfacción de haber dado vida a una obra de arte que trasciende el tiempo.
Además de mis responsabilidades actuales, estoy plenamente disponible para colaborar en cualquier proyecto que necesiten, asegurando siempre el éxito del encargo.
¡Espero que disfruten de mi trabajo tanto como yo disfruto creándolo!